Conductas autolesivas en adolescentes
- Rubí Montoya
- 16 abr 2020
- 5 Min. de lectura
El tema de las conductas autolesivas en adolescentes debería ser de interés para padres, docentes y la sociedad en general. Es importante promover información en torno a estas conductas, definir qué son, sus manifestaciones, comprender las motivaciones que tienen los adolescentes para desarrollarlas. La detección y atención oportuna de este síndrome conductual radica en la prevención del suicidio consumado. Según Howton, Houston y Shepperd, el suicidio se erige en una de las principales causas de mortalidad en adolescentes. En la actualidad, los adolescentes suelen ser más vulnerables a este tipo conductas, ya que están mayormente expuestos a situaciones que les generan ansiedad como suele ser el ambiente familiar, repercutiendo esto en su estado emocional y en ocasiones orillándolos a niveles altos de depresión. Para los adolescentes, estas prácticas les ayuda a disminuir el estrés y la ansiedad, llevándose a cabo con una finalidad psicológica, produciendo una sensación un liberación emocional.

¿Qué son las conductas autolesivas?
Las conductas autolesivas son, de acuerdo con Villarroel, toda acción deliberada cuyo propósito sea producirse daño físico directo en el cuerpo sin la intención de provocar la muerte. Ahora bien, el autor aclara que deben excluirse de estas conductas aquéllas que son propias de una cultura, así como beber, fumar y comer en exceso, puesto que la principal motivación de ello es la búsqueda de placer, por lo que no son consideradas autoinjurias, aunque indudablemente provocan daño indirecto a largo plazo. Algunos autores defienden la idea de que detectar estas conductas a tiempo y darles seguimiento psicoterapéutico, pueden detener el suicidio consumado; para ello, es necesario comprender el contexto en el que se desarrolla y saber identificar factores psicopatológicos que caracterizan este tipo de conductas. Las conductas autolesivas forman parte del trastorno límite de personalidad llamado trastorno de excoración (skin-picking). El Diagnostic and statitical manual of mental disorders describe a los individuos diagnosticados con el TLP como:
Los individuos que se ajustan a este tipo de trastorno de personalidad tienen un auto-concepto extremadamente frágil, que fácilmente se altera y fragmenta bajo estrés, lo que resulta en la experiencia de falta de identidad o sentimientos crónicos de vacío. Como resultado, tienen una estructura del Self empobrecida o inestable, con dificultad para mantener relaciones cercanas o de intimidad. La auto-evaluación se asocia a menudo con devaluación, rabia e impotencia. Los individuos con este trastorno experimentan emociones rápidamente cambiantes, intensas, impredecibles, y pueden reaccionar con angustia o depresión intensas. Pueden asimismo tornarse rabiosos u hostiles, y sentirse incomprendidos, maltratados o victimizados. Pueden incurrir en actos de agresión física o verbal cuando se enojan. Las reacciones emocionales son típicamente en respuesta a eventos negativos interpersonales que implican pérdidas o desilusiones. (...) Los rasgos emocionales centrales y sus conductas interpersonales se asocian con disregulación cognitiva, especialmente bajo estrés, lo que lleva a un procesamiento interpersonal en blanco y negro, o en actitudes de todo o nada. Hay reacciones cuasi-psicóticas, que incluyen paranoia o disociación, que pueden progresar hacia psicosis transitorias. Los individuos con este prototipo característicamente son impulsivos, actual bajo el impulso del momento, y frecuentemente se encuentran envueltos en actividades que potencialmente tienen consecuencias negativas.Aparecen actos deliberados de infligirse daños (cortándose o quemándose), así como ideación o actos suicidas en el contexto de situaciones de abandono, en situaciones de ruptura interpersonal. Los sentimientos de disforia y estrés intensos pueden llevar a otras conductas auto-agresivas, que incluyen abuso de sustancias, manejo irresponsable, atracones de comida o sexo promiscuo.
Para poder diagnosticar a un paciente con este trastorno, se deben manifestar por lo menos cinco signos de los que se describen en el manual.

Formas de autolesionismo
Algunas de las formas más comunes de autolesionarse son:
Cutting 72%
Tallado corporal
Quemaduras 35%
Autogolpearse 30%
Quitarse las costras 22 %
Tirar o halar el cabello 10 %
Morderse
Descamarse capas de la piel
Ingerir objetos cortantes
Segun estudio realizado por Favazza y Conterio (1988), el cutting, actualmente es el método utilizado con mayor frecuencia.
Detonantes de la conducta autolesiva
Aún cuando no hay algo definido, las causas que podrían detonar este tipo de conductas se puede decir que se refiere a la incapacidad de controlar las emociones o la dificultad de enfrentarse a ciertas situaciones. Uno de los factores precipitantes en estas conductas es el llamado “Bullying”, también algunos factores importantes sería el hambiente familiar en el que se vive ya sea que se presenten problemas familiares, divorcio, abuso sexual, violencia doméstica, duelo, depresión, problemas económicos, ansiedad, problemas interpersonales. También existen algunos factores inherentes al adolescente como la baja autoestima, imagen corporal pobre o distorsionada, sentimientos de rechazo, ser una persona aislada y con mala adaptación al entorno.
Clasificación de las formas de representación clínica
Simeon y Favazza en 1995 clasificaron las conductas de la siguiente manera en la práctica clínica:
Conductas autolesivas mayores: Se refiere a los actos no tan frecuentes que producen grave daño tisular, tales como castración enucleación ocular y amputación de extremidades. Su aparición puede ser repentina y impulsiva. Se presenta en episodios psicóticos, generalmente en esquizofrenia, en trastornos anímicos graves, trastornos de personalidad severos.
Conductas autolesivas estereotipadas: En este tipo de conductas se pueden observar en trastornos del espectro autista, retraso mental severo y en patologías neurológicas como síndrome de Lesch Nyhan, Cornelia de Lange y Prader Wili. Los pacientes se golpean la cabeza repetitivamente, se muerden labios, lengua, mejillas y manos, se rasguña la piel, se abofetean la cara y se tiran el cabello. En general, la severidad del daño es moderado y poseen una frecuencia altamente repetitiva y un patrón de presentación rígido e inflexible.
Conductas autolesivas compulsivas: Son conductas repetitivas como rascarse reiteradamente la piel produciéndose excoriaciones, morderse las uñas o tirarse el cabello. La intensidad del daño es leve a moderada, con una frecuencia repetitiva y un patrón compulsivo, a veces experimentada como actos automáticos. Ocasionalmente puede observarse en sujetos con delirio de parasitosis.
Conductas autolesivas impulsivas: Las más frecuentes son cortarse o quemarse la piel, introducirse objetos punzantes en espacio subdérmico, creando incluso cavidades en los tejidos. La severidad del daño fluctúa de leve a moderado, se presenta ocasionalmente y puede ser ritualizado, y/o simbólico. Se observa con mayor frecuencia en mujeres con trastornos de personalidad, especialmente en trastorno límite, trastorno por estrés postraumático, trastorno de la conducta alimentaria, trastornos anímicos y particularmente en individuos con antecedentes de abuso sexual en la infancia. La conducta puede darse con una frecuencia casi diaria, sin un claro evento precipitante externo o interno, y se presenta con un patrón compulsivo-adictivo.
Motivaciones para desarrollar conductas autolesivas
Se sugiere que la autoinjuria es una estrategia para aliviar afectos negativos agudos e intensos; como un respuesta a la aparición de estados de disociación, de despersonalización o desrealización; como un mecanismo adaptativo de resistirse al deseo genuino de quitarse la vida; por influecia social, como un intento de ser valorado por personas significativas o evitar el abandono; el sujeto no ha desarrollado un sentido de identidad integrado. Dañarse la piel le permitirá distinguir concretamente su identidad física para afirmar su autonomía. En algunos casos también se utilizan como una forma de generar excitación en un sujeto necesitado de emociones intensas para sentirse contactado con la vida.
Algunas recomendaciones para padres
Si crees que tu hijo podría estar llevando a cabo estas conductas, recomiendo que tengan muchísima comunicación con los maestros para estar pendiente de las actitudes y comportamiento del adolescente, asistir con un profesional de la salud mental como medida de prevención, enseñar al adolescente técnicas de relajación para disminuir los niveles de ansiedad y estrategias de afrontamiento para la resolución de conflictos, estar alerta a las señales de estas conductas para una intervención adecuada y recuerda, acompañara tu hijo con empatía, amor y paciencia.
Muy bonito